martes, 7 de enero de 2020

Ejemplo de elaboración de pregunta (PI/001/01-2020)

Una vez que hemos aprendido una estrategia para elaborar una pregunta de investigación que parte de lo general y va a lo específico, vamos a ver un ejemplo práctico. En este caso, vamos a plantear una pregunta de investigación ficticia de Astronomía.


En este ejemplo, podemos ver que no es necesario completar todos los campos propuestos en la estrategia.

  • En primer lugar, estamos en la rama de conocimiento de Ciencias del Universo. En concreto, vamos a centrarnos en un aspecto de la Luna.

  • El objeto de nuestra investigación es que cada vez que observamos la Luna, vemos dos colores principales: el blanco y el negro. Nos preguntamos si estos colores tienen algo que ver con su composición y si esto implica una diferencia de edad. En la vida real, llegados a este punto el problema se resolvería consultado en alguna base de datos o algún libro sobre los materiales de la Luna. Aquí ya no tendría sentido seguir elaborando una investigación (la cual sería inútil porque ya se conocen los resultados). Pero, supongamos que la humanidad no sabe nada sobre este hecho.

  • Una vez que hemos definido el problema, plantearemos un objetivo que deberá estar en línea con el problema planteado. En nuestro ejemplo, no tendría sentido establecer como objetivo principal: "ubicar el punto más alto de la Luna". En este punto, podemos hacernos una idea (basado en lo que ya se sabe) sobre el resultado del objetivo en forma de hipótesis de investigación.

  • Por último, aunque el eje principal de cualquier investigación se vertebra en un objetivo será útil plantear una pregunta que incluya los aspectos más importantes que hemos ido estableciendo. 


El objetivo de esta pregunta de investigación es usar un concepto astronómico básico para comprender la elaboración de una pregunta de investigación. Tiene un fin didáctico. Por supuesto, seguramente esta pregunta ya haya sido respondida tiempo atrás y verificada con la llegada de sondas espaciales a la Luna. De hecho, según el criterio INVER, habría que plantearse seriamente si esta pregunta dirge a una investigación empírica novedosa, viable y relevante.

Aquí viene otra enseñanza, el esquema que hemos visto anteriormente no tiene por qué ser fijo una vez que se haya completado. Es recomendable darle varias vueltas e incluso consultar con algún compañero o experto en la materia. Este "tiempo perdido de reflexión" puede ser muy útil para no hacer pasos en vano que nos conduzcan a callejones sin salida.

Por seguir con este ejemplo, tal vez sería interesante adaptar esta pregunta, orientada a la edad de los materiales, a la composición de la misma. Además, con las nuevas tecnologías (y nuevamente suponiendo que nadie haya estudiado este tema anteriormente), es más preciso hablar de otros colores como los azules o los marrones. 


A modo de curiosidad, los mares de la Luna (zonas oscuras) tienen una tonalidad azulada y amarillenta en función del tipo de elementos que lo constituye: 





Jacob Sierra Díaz

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